La psicóloga Marianna Abravitova examina las razones del divorcio de Polina y Dmitri Dibrov tras 16 años de matrimonio.
La noticia de la separación de Polina y Dmitri Dibrov, después de 16 años de matrimonio, ha sido uno de los temas más comentados en el mundo del espectáculo esta semana. La situación es particularmente delicada, dado que la pareja tiene tres hijos en común. Además, Polina es casi 30 años menor que Dmitri, quien la acompañó desde su juventud y, en cierto sentido, le dio una plataforma en la vida.

La situación se complica aún más porque el hombre con quien Polina ha iniciado una nueva relación es el esposo de su mejor amiga, el multimillonario Román Tovstik. Cabe destacar que ambas parejas solían pasar tiempo juntas como amigos, e incluso Polina y Elena, la esposa de su nueva pareja, compartían un negocio. Recientemente, se ha informado que, según el acuerdo prenupcial, la esposa del multimillonario no recibiría bienes tras el divorcio, lo que ha llevado a Ekaterina Gordon a intervenir en su defensa. Sin duda, es una historia digna de una serie dramática.
Ante este panorama, la opinión pública se ha dividido: por un lado, están quienes condenan a Polina por su infidelidad y al multimillonario por su supuesta mezquindad, compadeciéndose de Dmitri; por otro, aquellos que creen que «donde hay humo, hay fuego». La psicóloga Marianna Abravitova ha ofrecido su análisis de la situación, sugiriendo que la realidad es mucho más compleja de lo que parece a simple vista.
“Saben, donde hay humo, hay fuego. Y, por supuesto, nadie abandonaría una familia donde reinan el amor y el respeto mutuo”, explicó la experta. “Actualmente, todos acusan a Polina de ser una traidora que destruyó su propia familia y la de su amiga cercana Tovstik. Pero, ¿por qué sucedió esto? Uno se pregunta si esa fachada de perfección, a veces empalagosa, como sacada de una revista publicitaria, que nos mostraba la familia Dibrov, realmente existió. Yo creo que no, radicalmente. Yo giraría la imagen 180 grados. Porque cuando todo va mal, cuando no te entienden o te imponen reglas estrictas, una mujer busca un respiro emocional, paz. Y lo más probable es que en la vida de Polina haya surgido un amor verdadero, porque difícilmente se puede describir a Polina como una mujer disoluta. Creo que antes de que todo se revelara, ella sufrió durante bastante tiempo. Quizás sea lo correcto que todo haya sucedido así, porque el amor rompe todas las barreras, a pesar de las circunstancias en las que se encuentran ambas familias. Aparentemente, estas dos personas —Dibrova y Tovstik— no pueden evitarlo. En mi opinión, es mejor así: con honestidad, antes de que vivan escondiéndose toda su vida. Porque tanto ellos como sus familias serían infelices. Me parece que esta es la mejor vía en este contexto específico”.
Abravitova también opina que Polina no debería preocuparse por el llamado “efecto búmeran” debido a su infidelidad. “Muchos comentan ahora sobre el efecto búmeran: que a Polina se le devolverá lo que hizo. Pero debo decir que este escenario solo aplica a personas que llevan esa creencia en sí mismas. Y si una persona no tiene ese guion interno y cree que la vida es multifacética y que cualquier cosa puede pasar, entonces no hay lugar para hablar de ningún efecto búmeran similar”, concluyó la psicóloga.








