El 15 de julio, un potente frente atmosférico impactó Moscú. La combinación de fuertes vientos, altas temperaturas y un aguacero tropical extremo provocó inundaciones generalizadas en la capital rusa. Estas intensas precipitaciones, acompañadas de tormentas eléctricas, afectaron gravemente el transporte terrestre: trenes de cercanías, tranvías y la red vial no pudieron soportar semejantes volúmenes de lluvia.
En algunas áreas, los residentes tuvieron que caminar por aceras anegadas, con el agua llegando hasta las rodillas, lo que creó una sensación de verdadero apocalipsis natural. Las impresionantes consecuencias de este fenómeno meteorológico quedan documentadas en nuestro fotorreportaje, mostrando la magnitud de la inundación que paralizó partes de la ciudad.
Vista aérea de una calle principal completamente anegada.Un tranvía detenido en medio de una calle inundada.Ciudadanos intentando transitar por aceras cubiertas de agua hasta las rodillas.Vehículos varados en calles que parecen ríos.Residencia local luchando por avanzar a través de las aguas crecidas.Las inundaciones afectan gravemente las infraestructuras de la ciudad.Una carretera principal completamente sumergida, impidiendo el tránsito.La parada de autobús, normalmente un punto de encuentro, ahora bajo el agua.Un conductor valiente intenta cruzar una calle profundamente inundada.Extensas áreas urbanas se transforman en grandes charcos.Cruces de calles se vuelven intransitables debido a la acumulación de agua.Impresionante reflejo de un edificio en la vasta superficie de agua.