Científicos pronostican que para la década de 2070, hasta 30,000 personas al año en Inglaterra y Gales podrían morir debido a causas relacionadas con el calor extremo. Según el peor escenario de calentamiento de 4.3 grados Celsius, el número de muertes relacionadas con el calor podría aumentar cincuenta veces.

Una nueva investigación, realizada por expertos de la Universidad de California en Los Ángeles y la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, estima que la mortalidad por calor podría multiplicarse por más de cincuenta en los próximos cincuenta años debido al calentamiento global. Los investigadores consideraron diversos escenarios, analizando los niveles de calentamiento, las medidas de mitigación y adaptación a la crisis climática, así como los cambios demográficos, incluido el envejecimiento de la población.

Entre 1981 y 2021, el promedio anual de muertes relacionadas con el calor en Inglaterra y Gales fue de 634. El estudio, publicado en la revista PLoS Climate, revela que, bajo el peor escenario (un calentamiento de 4.3°C para finales de siglo y una adaptación mínima), la mortalidad por calor aumentaría a 10,317 casos para la década de 2050 y superaría los 34,000 para la década de 2070.

Incluso en un escenario más optimista, donde el aumento de la temperatura se limite a 1.6°C en comparación con los niveles preindustriales y se implementen medidas de adaptación significativas, la mortalidad anual por calor seguiría sextuplicándose para la década de 2070.

El verano de 2022, que fue el más caluroso registrado con temperaturas de 40.3°C en Coningsby, Lincolnshire, resultó en 2,985 muertes relacionadas con el calor. Esta cifra podría convertirse en la “nueva normalidad” ya en la década de 2050.

Estas advertencias coinciden con la emisión de una alerta de “nivel amarillo” por calor por parte de la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido, vigente del 10 al 15 de julio. Se espera que las temperaturas alcancen entre 27 y 29°C, y que aumenten a 31-33°C durante el fin de semana.

La Dra. Claire Heaviside, investigadora principal de la Escuela Bartlett de Medio Ambiente, Energía y Recursos de la UCL, calificó los hallazgos del estudio como una “imagen sobria de las consecuencias del cambio climático”.

“En los próximos 50 años, los impactos del calentamiento global en la salud serán significativos. Podemos mitigar su gravedad reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero y planificando cuidadosamente la adaptación, pero debemos comenzar de inmediato”, enfatizó.

El estudio también encontró que las estimaciones previas de mortalidad por calor subestimaron el impacto del envejecimiento de las comunidades. Se proyecta que la población de Inglaterra y Gales envejecerá significativamente en los próximos 50 años, con el mayor aumento en el número de personas de 65 años o más para la década de 2060. Las personas mayores son más vulnerables al calor, y para 2050, otros 250 millones de personas en todo el mundo de 69 años o más estarán expuestas a niveles peligrosos de calor.

La Dra. Rebecca Cole, del Departamento de Salud Pública, Medio Ambiente y Sociedad de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, y autora principal del estudio, subraya la necesidad crítica de una planificación meticulosa para reducir el impacto del calentamiento global.

“El aumento de la mortalidad por calor no es solo una consecuencia del aumento de las temperaturas; también se debe a cómo construimos nuestras ciudades, cómo cuidamos a las poblaciones vulnerables y cómo abordamos las desigualdades sociales. Se requieren estrategias de adaptación coordinadas que superen significativamente las desarrolladas en los últimos 30 años,” afirmó.

Matthew Baylis-Bell, subdirector ejecutivo de la Royal Society for Public Health, comentó: “El medio ambiente tiene un fuerte impacto en nuestra salud, y la crisis climática es también una crisis de salud pública. Estas alarmantes proyecciones indican consecuencias devastadoras. Necesitamos tomar medidas para reducir las emisiones y preparar a las personas para lidiar con los impactos del cambio climático en nuestra salud, especialmente para los grupos vulnerables.”

El Dr. Akshay Deoras, investigador científico de la Universidad de Reading, comparó el calor extremo con un “asesino silencioso”: “Si las inundaciones y las tormentas son señales ruidosas del cambio climático, el calor extremo es su asesino silencioso. Es desproporcionadamente mortal y a menudo pasa desapercibido hasta que es demasiado tarde. Con una nueva ola de calor inminente en el Reino Unido, esta advertencia es más relevante que nunca. El calor no solo se cobra más vidas, sino que los cortes de energía y el envejecimiento de la población pueden agravar significativamente la situación si la adaptación no se mantiene al día. Dado que el Reino Unido experimenta cada vez menos frío extremo y más calor mortal, la protección de las personas mayores debe ser central en la planificación climática y de salud pública antes de que esta amenaza oculta se convierta en una crisis innegable.”

La Dra. Raquel Núñez, profesora asociada de Salud y Medio Ambiente en la Universidad de Warwick, enfatizó que el aumento en la frecuencia, intensidad y duración de los períodos de calor severo subraya la urgencia de tomar medidas de protección.

Añadió que “las muertes y enfermedades relacionadas con el calor son prevenibles” y que “revelan fallas sistémicas” que requieren “una adaptación socialmente inclusiva e institucionalmente arraigada en la gobernanza, la infraestructura, la atención médica y los servicios de cuidado para prevenir la creciente vulnerabilidad y desigualdad.”

La profesora Lea Berang Ford, jefa del Centro de Clima y Salud de la Agencia de Salud del Reino Unido, concluyó: “La conexión entre los períodos de calor y el aumento de la mortalidad está claramente establecida, y es probable que las temperaturas sigan aumentando al menos hasta mediados de siglo, independientemente de nuestros esfuerzos de descarbonización. Las decisiones de salud que tomamos hoy determinarán la severidad y el alcance del cambio climático heredado por las generaciones futuras, por lo que es crucial actuar ahora.”