En el corazón de Kislovodsk se alza una auténtica joya arquitectónica del balneario: la Galería Narzán. Esta magnífica estructura del siglo XIX, diseñada por el arquitecto Samuel Upton, no es solo un edificio, sino un objeto de patrimonio cultural de importancia federal. Su forma única, que recuerda a una llave, y sus fachadas adornadas con elegantes arcos y torres piramidales que se elevan, atraen la mirada de manera constante.
Sorprendentemente, la galería ha llegado hasta nosotros prácticamente en su forma original, con solo pequeñas modificaciones interiores que han permitido conservar el espíritu de épocas pasadas. Al cruzar el umbral, los visitantes perciben de inmediato una agradable frescura: los suelos y las paredes, revestidos de mármol natural, ofrecen un alivio refrescante incluso en el día de verano más caluroso.
La Galería Narzán funciona como el principal centro de consumo de agua del balneario. En el centro de la sala se encuentran los surtidores, donde cada día se pueden degustar gratuitamente tres tipos del famoso narzán: el general, el dolomítico (tanto frío como caliente) y el sulfatado (también en dos regímenes de temperatura).
El corazón de la galería es el captaje, el lugar donde la fuente emerge a la superficie. Su historia se remonta siglos atrás: ya en 1893, el captaje de madera fue completamente reconstruido, y la profundidad del pozo se amplió a seis metros y medio. En 1895, se erigió una elegante estructura de vidrio octogonal sobre la fuente, y en 1908, se reforzó la base del pozo y se reemplazaron los cristales dañados.
Hoy en día, la Galería Narzán es justamente reconocida como una de las atracciones más populares y visitadas de Kislovodsk. Este fotorreportaje invita a sumergirse en la atmósfera única de este lugar histórico.
Galería de Imágenes





