La dermatóloga Tatiana Gaidina advierte sobre el cáncer de piel más agresivo
Con la llegada del otoño, tradicionalmente aumenta la detección de casos de cáncer de piel, entre los cuales el melanoma sigue siendo el más peligroso. La exposición a la radiación ultravioleta (UV) es el principal factor de riesgo para esta grave enfermedad. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en Rusia se diagnostican anualmente más de 12 mil casos de melanoma, de los cuales aproximadamente 4 mil resultan fatales. Aunque el melanoma representa solo el 4% de todas las formas de cáncer de piel, es el tipo de cáncer de crecimiento más rápido, con una tasa de mortalidad del 75-80%. La Dra. Tatiana Gaidina, profesora asociada del Departamento de Dermatovenereología del Instituto de Medicina Clínica de la Universidad Pirogov, detalla los aspectos clave de la prevención y el diagnóstico temprano de las enfermedades oncológicas de la piel.

La incidencia de enfermedades cutáneas
Prácticamente no hay persona en el mundo que no haya padecido al menos una enfermedad cutánea a lo largo de su vida. Por ejemplo, un callo, que a menudo aparece al usar calzado incómodo, es científicamente una simple dermatitis de contacto. En 2023, en la Federación Rusa se registraron 7.9 millones de casos de enfermedades de la piel y del tejido subcutáneo, de los cuales 5.5 millones fueron recién diagnosticados. Sin embargo, la experta señala que la incidencia real es mayor, ya que muchos pacientes no buscan atención médica para problemas que consideran menores.
El melanoma: un tumor agresivo
Las enfermedades oncológicas de la piel se han convertido hoy en una prioridad de salud, con el objetivo de reducir la mortalidad por estas a 11.5 casos por cada 1000 personas para el año 2030. El melanoma es la principal causa de muerte por tumores cutáneos. Tatiana Gaidina explica: «El melanoma es un tumor altamente agresivo de los melanocitos, que se distingue por su rápida metastatización. Su insidiosa naturaleza radica en que incluso pequeñas formaciones imperceptibles pueden dar metástasis a distancia. Sin embargo, con una detección temprana (estadio I-II), el paciente tiene altas posibilidades de una curación completa».
Aunque el pico de mortalidad por melanoma se sitúa entre los 60 y 70 años, esta enfermedad puede afectar también a niños y jóvenes. Esta forma de cáncer es más prevalente en regiones con intensa insolación (como Australia y América del Norte) debido a la migración de poblaciones de piel clara; sin embargo, en Rusia también es bastante común.
Formas clínicas y diagnóstico
Se distinguen diversas formas clínicas de melanoma cutáneo. El melanoma de extensión superficial se caracteriza por asimetría, bordes irregulares y policromía (diferentes colores en una misma lesión). El tamaño de este melanoma suele ser superior a 5 mm. Esta es la forma más agresiva de la enfermedad y metastatiza rápidamente.
También se identifica la forma lentiginosa acral, que se localiza en la placa ungueal, las palmas de las manos y las plantas de los pies. Esta forma se observa con mayor frecuencia en personas mayores, en áreas de piel expuestas. La doctora cita un ejemplo de su práctica, cuando a una paciente se le diagnosticó melanoma en la etapa de metástasis cerebrales: «El foco primario nunca fue encontrado, la paciente no pudo proporcionar documentos médicos sobre las lesiones cutáneas extirpadas, lo que subraya la importancia del estudio histológico de cualquier lesión extirpada».
El diagnóstico del melanoma de extensión superficial se realiza siguiendo la regla ABCDE:
- A (Asymmetry) – asimetría
- B (Border) – bordes irregulares
- C (Color) – policromía (varios colores)
- D (Diameter) – diámetro superior a 5 mm
- E (Evolution) – cambios dinámicos (crecimiento, picor, ulceración)
La especialista enfatiza que incluso el blanqueamiento de un nevus (un lunar), que es un signo de regresión, debe ser motivo de alerta oncológica.
Factores de riesgo y prevención
Entre los factores de riesgo no modificables para el desarrollo de melanoma cutáneo se encuentran la edad superior a 60 años, el sexo masculino, el fototipo de piel claro, el cabello rojizo y los nevus congénitos. Sin embargo, también existen factores de riesgo modificables, siendo el principal la radiación UV. Las quemaduras solares en la infancia duplican el riesgo de melanoma. Por ello, la doctora recuerda a todos la importancia de:
- Usar protector solar con SPF 50+ (aplicarlo 30 minutos antes de la exposición al sol y renovarlo cada 2 horas).
- Usar ropa con filtro UPF y sombreros.
- Limitar al máximo la exposición a los rayos UV, incluyendo la renuncia a las camas de bronceado.
Otros tipos de cáncer de piel y la importancia de la consulta médica
Además del melanoma, existen otros tumores malignos de la piel no melánicos. El carcinoma basocelular es el más común, crece lentamente y raramente metastatiza. El carcinoma espinocelular puede surgir en el contexto de úlceras de larga duración que no cicatrizan. Ambos tipos de cáncer responden bien al tratamiento si se diagnostican precozmente.
Lamentablemente, los pacientes a menudo restan importancia a las neoplasias cutáneas y las ignoran durante mucho tiempo bajo el principio de «si no duele, no es peligroso». Desafortunadamente, no son raras las tentativas de extirpar lunares por parte de especialistas no cualificados, lo que conduce a complicaciones.
La experta recuerda la necesidad de realizar exámenes regulares con un dermatólogo (especialmente para grupos de riesgo). Ante la presencia de formaciones sospechosas, el médico remitirá al paciente para una dermatoscopia y un estudio histológico.
Tatiana Gaidina concluye: «El autoexamen de la piel debe realizarse mensualmente, incluyendo el examen de zonas de difícil acceso (espalda, cuero cabelludo). El diagnóstico precoz de las enfermedades oncológicas de la piel salva vidas. La tarea de los médicos es aumentar la concienciación oncológica de los pacientes, y la tarea de cada persona es prestar atención a los cambios en la piel y acudir a los especialistas a tiempo».








