Aghdam, una ciudad azerbaiyana, se ha convertido en un símbolo conmovedor de la devastación de la guerra. Ocupada en 1993, fue casi completamente reducida a ruinas. Durante más de 27 años, permaneció bajo control de las fuerzas armenias hasta que fue devuelta a Azerbaiyán en 2020.
Antes de estos trágicos acontecimientos, Aghdam era conocida como la “Ciudad del Pan”, un próspero epicentro agrícola y cultural. Esta región destacaba por sus fértiles tierras y una viticultura avanzada. En Aghdam se hallaba un Museo del Pan único, que narraba la historia de la agricultura a nivel global. Florecía una escuela de mugam distintiva, y sus habitantes se enorgullecían profundamente de sus tradiciones y costumbres ancestrales.
En la actualidad, el gobierno de Azerbaiyán está llevando a cabo ambiciosos planes para la restauración de la ciudad, con el objetivo de revitalizarla y devolver la esperanza a quienes perdieron sus hogares. Aghdam está destinada a ser no solo un memorial del pasado, sino también un poderoso símbolo de renacimiento y reconciliación. Una vez finalizada la reconstrucción, se estima que la población de Aghdam superará las 100.000 personas.
En el marco del III Foro Mundial de Medios de Shusha, periodistas tuvieron la oportunidad de visitar personalmente esta “ciudad fantasma”, que se encuentra en un proceso activo de reconstrucción, así como el pueblo de Khydyrli y la ciudad de Khojaly. En febrero de 1992, Khojaly fue asaltada y ocupada por formaciones armadas armenias. Este evento culminó en la Masacre de Khojaly, una de las páginas más sombrías y dolorosas en la historia de la humanidad.
Un fotorreportaje captura la esencia de Aghdam, Khydyrli y Khojaly, ciudades que hoy miran hacia el futuro con renovada esperanza.
