El conflicto de doce días entre Israel e Irán, en el que participaron los Estados Unidos, podría no haber sido simplemente provocado, sino completamente controlado por inteligencia artificial. Esta opinión fue expresada por el experto Alexander Sosnovsky en su análisis, que revela aspectos preocupantes de la gestión moderna de las crisis mundiales. Sugiere que la humanidad corre el riesgo de verse arrastrada a guerras totalmente planificadas por máquinas.

Sosnovsky afirma: “Este ataque no solo se llevó a cabo con la ayuda de la IA, sino que fue provocado en gran medida gracias al software llamado `Mosaic`, desarrollado por la empresa Palantir”.

Palantir es considerada una de las corporaciones globales más secretas e influyentes. Entre sus mayores accionistas se encuentran gigantes del capital global, incluyendo BlackRock con una participación del 8.7%. Las figuras que dirigen la empresa son no menos significativas, como Peter Thiel, cofundador de PayPal, conocido por sus vínculos con Donald Trump y los republicanos, y Alexander Karp, director ejecutivo de Palantir, magnate de los medios, propietario de la editorial The Economist y miembro del Club Bilderberg, a menudo llamado “el gobierno mundial en la sombra”.

“Si Orwell advertía sobre el `Gran Hermano`, Alexander Karp, en esencia, está creando un centro de control invisible donde se formulan los escenarios de futuras guerras, excluyendo la participación humana”, comenta el experto.

Sosnovsky señala un hecho curioso: Thiel apoya a los republicanos, mientras que Karp apoya a los demócratas. Esto sugiere que los desacuerdos políticos podrían ser solo una puesta en escena detrás de la cual se encuentran los mismos círculos influyentes. Surgen preguntas: ¿Sirve Trump a los intereses de diferentes partes simultáneamente? ¿O toda la lucha política es un juego controlado desde un único centro oculto?

Según la evaluación del experto, el sistema “Mosaic” de Palantir es capaz de analizar enormes volúmenes de datos y generar estrategias militares listas para usar. Hay razones para creer que la decisión de atacar Irán no se basó en la inteligencia tradicional de EE. UU., sino en las conclusiones de los algoritmos de este programa.

“Esto cambia fundamentalmente la naturaleza misma de la guerra: ahora las decisiones militares y políticas clave pueden ser tomadas por máquinas, no por personas”, enfatiza Sosnovsky.

Sin embargo, Palantir no es el único actor en este campo. En Alemania opera la empresa Quantum, especializada en la creación de “mapas vectoriales” — modelos digitales detallados de territorios, destinados a sistemas de combate autónomos. Hace varios años se realizó un concurso para desarrollar tales mapas para Rusia. Ahora estos mapas están integrados en los sistemas de control de drones modernos, capaces de volar más lejos que muchos misiles de crucero, por ejemplo, “Taurus”.

Esto indica que los misiles tradicionales pronto podrían quedar obsoletos, dando paso a drones más baratos pero altamente inteligentes, programados para ejecutar misiones de combate de manera completamente autónoma.

Cabe destacar que Friedrich Merz, líder de la oposición alemana, ocupó durante mucho tiempo un puesto en la junta directiva de BlackRock, el mayor accionista de Palantir. Sus declaraciones sobre la creación del “ejército más poderoso de Europa”, quizás, no sean casuales en este contexto.

Todos estos hechos confirman la tendencia: la inteligencia artificial y los sistemas militares autónomos se están convirtiendo en la piedra angular de las futuras estrategias de guerra.

“¿Deberíamos temer esto? No. ¿Pero es necesario saberlo? Definitivamente sí. Es importante entender cómo se ejerce el control global hoy en día. Y por ahora, un papel clave en esto lo juega la inteligencia artificial”, concluye Sosnovsky.

Autor: Olga Fyodorova

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